La disfunción eréctil es un mal que afecta a millones de hombres en todo el mundo. Conocida también como impotencia sexual masculina, esta dolencia evita tener relaciones sexuales debido a la ausencia de una erección. Este mal no debe de confundirse con otros problemas como la falta de libido, que también impide tener relaciones sexuales.
De no ser tratada, la disfunción eréctil puede acarrear problemas de autoestima en el paciente. A la larga, puede afectar severamente la relación de pareja. Por tanto, resulta de suma importancia prestarle la atención debida. No hay razón para preocuparse, en la mayoría de los casos la disfunción eréctil es curable.
¿Qué causa la disfunción eréctil?
Antes que nada, es importante conocer las causas de la impotencia para poder encontrar una solución adecuada. Básicamente, no se logra alcanzar una erección cuando el pene no es irrigado adecuadamente con sangre. Existen diferentes causas por las cuales se presenta este problema, las cuales son:
- Psicológicas, tales como ansiedad, depresión y exceso de estrés. En este caso, el pene no tiene ningún tipo de problema físico. Es el estado de ánimo lo que impide una erección;
- Vasculares, es decir, cuando no llega suficiente sangre al pene por la obstrucción de los vasos sanguíneos. Esto puede ser resultado de fumar en exceso, alta presión arterial, diabetes, niveles altos de colesterol en la sangre, etc. El sobrepeso, la obesidad y la falta de ejercicio, pueden también entorpecer el flujo de sangre al pene;
- Neurológicas, tales como la esclerosis múltiple, que impide la transmisión correcta de mensajes del cerebro al área genital. Lesiones a los nervios causadas por accidentes o intervenciones quirúrgicas pueden también ser causas de este problema;
- Hormonales, cuando no existen las suficientes hormonas sexuales masculinas;
- Farmacológicas, que son el resultado de tomar ciertas medicinas que impiden la erección del pene.
En el primer caso, el tratamiento debe ser mediante terapias psicológicas. Las causas neurológicas y hormonales requieren tratamientos médicos especializados. Así mismo, si la impotencia tiene causas farmacológicas, será necesario suspender o reemplazar las medicinas que causan el problema. Estos casos deben ser evaluados por un profesional de la medicina.
Uso de medicinas contra la disfunción eréctil
Cuando la disfunción eréctil es causada por problemas vasculares, el primer paso es un cambio en el estilo de vida. Comer sanamente, ejercitarse a diario y tomar los problemas cotidianos con calma, ayudarán a mejorar la situación con la impotencia.
De ser necesario, el doctor podrá recetar alguna medicina contra la impotencia. Existen en el mercado varias medicinas con nombres bien conocidos como Viagra, Cialis, Levitra y Spedra. Todas estas medicinas funcionan de manera similar. Estimulan el flujo sanguíneo en el pene mediante la relajación de los vasos sanguíneos en el área genital.
El doctor será quien determine cuál es la medicina más adecuada para su problema. Así mismo, le indicará la dosis recomendada. Esto dependerá de la severidad de la impotencia, su edad, historial médico y condición física. Siga exactamente las indicaciones del médico para el consumo de su medicamento.
En general, estas medicinas se venden en forma de pastillas o tabletas. Se consume una dosis poco antes del inicio de la actividad sexual. En ningún caso es recomendable consumir más de una dosis por día. Estas medicinas pueden generar algunos efectos adversos. Consulte al doctor si detecta alguna anormalidad. El doctor reevaluará la conveniencia de usar dicha medicina.
En casos muy severos de disfunción eréctil, el uso de fármacos podría no ser suficiente. En tales casos, los dispositivos de vacío o incluso una intervención quirúrgica son las alternativas.